dimarts, 14 de juny del 2011

PSICOLOGÍA y CINE. 5. Eso de la serendipity



Con la serendipity ocurre igual que con el principio de Peter: no se acaba de utilizar correctamente. Muchos creen que el principio de Peter consiste en que, personas ineptas ascienden a altos cargos. Y con eso se quedan, aunque no es del todo cierto: Peter argumenta que dichas personas ineptas no son inútiles globales si no inútiles en el nuevo cargo. Son gente extremadamente preparada para su especialidad y, a raíz de esa notoriedad les ascienden a un cargo que no es su especialidad y fracasan. Muy diferente.
Con la serendipia, se cae en el mismo error, de no completar la definición. La serendipity no tiene nada que ver con el "efecto descubrimiento". Éste último consiste en descubrir algo por casualidad, de manera directa e irrevocable. La serendipia es un efecto que reside en la progresión geométrica (al igual que en experiencia emocional correctiva), necesita de esa iluminación perceptiva que, aún siendo el hecho casual precisa de una incubación o acumulación de ideas precedentes, de conocimientos ya adquiridos.
El típico ejemplo, es el largamente difundido por Voltaire, de Isaac Newton y la manzana que cae. Newton necesitó de una experiencia anterior para deducir que aquella caída era significativa, como es en realidad la procedencia del mismo concepto de serendipity , acuñado a partir del cuento persa Tres píncipes de Serendip, que sin sus deducciones, de nada les serviría apreciar las casualidades. En definitiva, como dijo Pasteur: "La casualidad favorece a la mente preparada". 
El efecto serendipity, va más allá: puede ser semiconsciente. Como cuando Billy Wilder comentaba que en estado de presueño le venían ideas (que luego al despertar descubría que era "chico conoce a chica"). Pero no son pocas las obras que se han generado por una serendipia semiconsciente: Leonardo da Vinci utilizaba la técnica de la bola de hierro: dormía con la mano sujetando una bola de hierro, capaz de sostenerla en la semiconsciencia creativa y cuando se dormía, la bola caía dentro de una escudilla  que le despertaba. La serendipia da mucho de sí, podría extenderme en sus variantes, pero podemos preguntarnos: ¿Cuántas ideas de grandes películas han germinado a partir de un efecto serendipity?.
De momento, la película "Serendipity", escrita por Marc Klein y dirigida por Peter Chelsom, refleja cómo se puede trabajar este efecto. Sin esa conexión previa entre los protagonistas (John Cusack y Kate Beckinsale) la serendipia no hubiera sido posible. Nada que ver con el efecto descubrimiento, no caigamos en la trampa.

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